26 feb 2014

LA PARTIDA DE UNA MADRE



Esa partida que no debe llegar, 
ese día piensas con tristeza, ansiedad, rabia
y un día inesperado llega el luto
sin importar tu edad
tu amor
tu dolor
tu esperanza
solo llega de manera abrumadora
esa bendita orfandad
ahí conoces el significado
del dolor, de la soledad,
del desgarro que sientes en el alma
es inmenso el vacío
tan inmenso como el universo desconocido
un universo sin cielo, sin estrellas, sin mamá.

El dolor te cala en los huesos
se vuelve tu peor enemigo
te llena cada espacio
te deja el alma destrozada
no hay palabra de consuelo
no hay frase que te aplaca
ni amigos que te consuelen
ni gente que te rodee
ni un abrazo de la que te amaba.

Hoy dos años en una soledad intensa
hoy tus entrañas se marcan
por la pérdida de tu amada
hoy todo vale nada
te refugias en mil ideas
pero en la distancia
solo tu madre te acompaña
hoy cuando recuerdas su partida
es donde la noche se te hace larga
se te empaña la pupila
se te amarga el alma
se te seca la garganta
te pierdes en los recuerdos y la distancia.

Porque espera ese fatal día
donde la muerte se viste de gala
donde viene y te arrebata 
el amor incondicional
a tu amiga del alma
porque esperar el luto en el alma,
hoy viste de gala,
llévale flores
entrégale tu amor en tu lejanía 
hoy ella espera las flores de su alegría.

Hoy ora por ese amor 
aun no es tarde
hoy ama su recuerdo vivo
ese recuero que te acompañara
hoy aunque huérfano
por los días que te faltan
ama su recuerdo
de esa mujer que doblara
su espalda para ti
y para aquellos necesitados
hoy mira al cielo 
sonríe ahí esta ella
esperando verte hoy y mañana.

Hoy dos después que tu corazón sienta alegría
de haber tenido a esa mujer amada
su partida natural
a la presencia de su hacedor
no hay culpa
si no supiste amarla 
fue su decisión darles la vida
a sus cinco luceros 
que en la tierra dejara 
más a su compañero de toda la vida
al amor de donde naciera la esperanza
de un mundo lleno de amor y confianza.
hoy no sientas culpas
si no supiste amarla
le diste tiempo
le diste nietos que perpetúan su alma.

Nosotros los que la conociéramos
a Esther Vargas
solo tenemos una lágrima en el alma
sus concejos aun se guardan
sus obras aun  la respaldan
no se ha perdido esa madre ni al caer el alba
¡Ama ahora, al que tienes vivo!
para que no llores ni sufras mañana 
Ireth Isildr, 26/02/14; 00:35