31 dic 2014

SAN PAULINO


Vamos, trae una camisa de tu tío Santos, pídele un pantalón al vecino Regalado, tu abuelo tiene unos zapatos viejos, y mi Jorge tiene unas medias de fútbol, tu madre tiene guardadas unas medias pantys que van a servir para armar la cabeza, baja ese saco de ropa vieja que hay ahí, era todo un corre corre de arriba para abajo, encaramándose en las escaleras para bajar los costales llenos de ropa ya en deshueso, esa ropa que ya no se podía ni compartir con el más necesitado, "porque uno da aquello que otro puede usar, jamás debe dar aquello que le hará sentir menos que uno" era algo que rezaba cada año mi mamita Laura de ella aprendí que la pobreza existe porque nosotros no hacemos nada por ayudar a educar y enseñar a pescar al más necesitado.
Volviendo al San Paulino, que era un muñeco hecho con ropa vieja de toda la familia, y en ella escondíamos nuestras cartas con todo lo malo que nos había pasado en el año, aparte de escribir todo aquello malo de nuestra persona que deseábamos no nos acompañara en el nuevo año, mi mamita le colocaba también 13 monedas doradas, no importaba el valor, decía que era para que el próximo año no falte el dinero, llevaba también a la altura del corazón una prenda roja, que simulaba el corazón y era para que el amor perdurara en nuestra familia, en los zapatos iba puesto unas hojas verdes para que la buena fortuna nos sonría y si Dios lo permitía pudiéramos ganar todo sorteo que jugáramos, en las manos iba una cerveza, y al otro lado una cartel con el nombre del vecino que mal ejemplo hubiera dado, o aquel vecino renegon, peleón, mal vecino, lo sentábamos en el corredor para que todos los que pasaran y desearan darle una moneda lo hicieran.
Una vez listo el San Paulino, ya con nombre de cristiano puesto, salíamos a eso de las 6.00 pm a pasear con su viuda, y sus críos, íbamos tocando puerta por puerta para que nos den la caridad, en cada casa lloraba la viuda "ay señora deme su caridad, mire que mi marido me ha dejado abandonada con cuatro hijos, y todo por una mujerzuela, ay vecina usted no sabe el dolor que tengo, porque la Farmaceutica le puso una inyección y casi me lo mata, aunque tal vez sería mejor muerto, pero oró por que mi marido vuelva a su camino, porque Dios nos unió en santo matrimonio, y ni el diablo convertido en mujer nos podrá separar" coplas algo así nos cantaba la viuda. La gente reía porque se daba cuenta que no había nada escondido en esas cuatro paredes donde vivíamos y compartíamos, todo se sabia, no había secreto bajo techo, una vez que recorríamos la calle, volvíamos a ponerlo al corredor, y a cuidarlo porque teníamos que repartir el pan que sería comprado con la limosna dada.
Faltando unos minutos para las 00.00 se daba inicio a la lectura del testamento que dejaba el año viejo, al año nuevo, ahí salia de cualquier casa un muñeco pequeño todo de blanco, porque eso es el Año Nuevo -365 días en blanco-, donde empezaremos a escribir una nueva historia, cada lectura era un llanto, luego de leído el testamento empezaba su quema y con ello la oración de gracias al año que se nos va y bienvenida al año nuevo.
Hoy que te vas 2014 quiero decirte que me trataste como hijo sin padre, pero te agradezco porque esos malos ratos me diste fortaleza para crecer, alegría para afrontar, verdad para ver, luz para alumbrar, Fe para ver que Dios está siempre en mi y conmigo, gracias 2014 llévate todo no dejes nada que no me sirva, porque deseo que este 2015 no halla nada que estorbe mi Fe, mi felicidad, mi vida, mi salud, mi juventud, mi sabiduría, mi familia, mi labor, mi amistad, mi patria, mi ciudad, mi comunidad, mi hermandad... gracias, gracias, gracias, gracias, BIENVENIDO 2015