31 dic 2020

GRACIAS 2020


Te doy gracias, Señor,

por todo lo que hemos recibido a lo largo de este año que termina:

las alegrías y las penas, los triunfos y los fracasos, el bien que hemos hecho y el mal que no hemos sabido evitar. Té doy gracias por la covid19, porque pase, lo que pase, nuestra vida está en tus manos y todo sucede para bien de los que tú amas, aunque nuestra mente no lo comprenda, así como me pasa hoy que no entiendo y deseo gritarte por la muerte de mi Veterana.

Yo sé que Tú siempre estás con nosotros alumbrando nuestro camino y regalándonos la paz del corazón.

Te doy gracias por los miles de profesionales esenciales que aseguraron la supervivencia colectiva y los millones de personas que se mantuvieron en confinamiento para no propagar la infección. Por tantas y tantas personas que arriesgaron su vida para mantener los servicios básicos de toda la humanidad.

Te doy gracias porque me has dotado de inteligencia y sabiduría para saber afrontar esta situación donde mi humanidad tiene límites, y gracias, Dios por todos los profesionales que han ofrendado su tiempo, familia para el cuidado de tantos hermanos, y hoy en este instante te pido porque los que están luchando por vivir, si es tu voluntad restaura su salud y da fortaleza para aceptar tus designios que duelen fuertemente, pero tú sabes lo que haces y para que lo haces.

Hoy con los ojos humedecidos deseo mirar el mundo con esperanza, porque la última palabra de todo no la tiene la covid19, ni la muerte, ni el odio, ni la violencia sino el amor, la paz, la fraternidad y la vida.

Tu amor hace nuevas todas las cosas.

Tu luz alumbra nuestras oscuridades.

Tu presencia entre nosotros cambia el destino

y el sentido de nuestra existencia.

La primera y última palabra es el amor, es la vida,

eres Tú, Dios gracias por todo.

Bendice este 2020 que ya se va, ordénale que se lleve todo lo malo que no quede semilla de nada maligno, que deje en Paz y Bien todo para el año que le tomara la posta, dale la bendición y tu misericordia a este 2021 que ya se acerca y es el temor de cómo será estos 365 nuevos días en blanco, da amor en cada ser humano, bendice cada familia, bendice cada corazón tibio para que arda y predique tu amor como Juan en el desierto.

GRACIAS DIOS POR TODO LO DADO EN ESTE 2020

GRACIAS DIOS POR TODO LO QUE ME DARAS EN ESTE 2021

FELIZ AÑO, DIOS NOS BENDIGA, DIOS NOS DE SALUD, RIQUEZA, ÉXITO, PAZ, SABIDURÍA, ENTENDIMIENTO, BIEN EN ESTE 2021.





 

ORACIÓN 2021

 Al comenzar un nuevo año te doy gracias por todo lo que he recibido de ti, Señor.

Primeramente agradezco por mi familia, por la vida, por mi salud, por el cariño y amor que recibo, por los días de luz, por mis amigos, por mi trabajo, por todo lo que me das a cada instante.

Dios Eterno, principio de toda criatura; concédenos que en este año que estamos estrenando, podamos gozar de paz, felicidad y justicia, que abundemos en bienes terrenales y seamos luz del mundo por la perfección de nuestras obras.

Te pedimos, Señor, que nos bendigas y protejas, que nos ayudes y cuides cada día, cada momento, y nos otorgues caminar por sendas buenas, llenas de paz, felicidad y justicia durante todo el año que comienza.

Que seamos felices, Señor en este universo nuestro: él nos da vida, sustenta y rige.

Que seamos felices, Señor, con el perdón y la caridad.

Tú el más poderoso para desterrar los odios y amarguras,
Tú el más perfecto para enseñarnos a  vivir en amor y en armonía
Tú el más bondadoso para establecer entre nosotros la paz.

Que seamos felices, Señor, con tu palabra:
sin ella no hay humanidad, ni solidaridad, ni igualdad.

Que seamos felices, Señor, con el amor:
es la única luz necesaria para alumbrar días y noches,
para llenar nuestros hogares de afecto y dicha,
para llenar lo que nos rodea de alegría y entendimiento.

Que seamos felices, Señor,
en este nuevo año.

Tú que estás presente entre nosotros
porque eres el Amor bendito,
rodéanos con tu Espíritu,
danos tus bendiciones Padre amado,
y concédenos que se hagan realidad nuestros sueños,
proporciónanos con tu infinita caridad y misericordia
lo que tanto anhelamos y ansiamos:

Danos, Padre Justo y Bueno,
lo que necesitamos para mejorar nuestras vidas,
para que las desdichas y pobrezas nos abandonen
y podamos conseguir la felicidad.






24 dic 2020

LA DIFÍCIL NAVIDAD



¿A cuántos nos hará falta ésta navidad una pareja, un padre, una madre, un hermano, un hijo, un abuelo, un esposo. Entre tantos familiares que se nos han adelantado?.
No será fácil sentarnos a la mesa y ver el lugar vacío de quien pudo haberlo ocupado.
Pero sin lugar a duda esto nos lleva a reflexionar lo afortunados que somos de haberlos tenido y si duele su ausencia es porque formaron parte importante y significativa en nuestras vidas y el extrañarlos es el precio de tanto amor.
¿Pero quién no estaría dispuesto a pagar el precio una y otra vez por todo lo que nos enseñaron, por todo lo vivido, por todo su amor y por todo lo que compartimos?.
El agradecimiento es una forma de rendir honor a su existencia.
Te has preguntado ¿Cómo le gustaría a tu ser querido ser recordado esta navidad?
¿Cómo lo quieres recordar?
¿Cómo quieres honrar su memoria?
Es normal que surjan las lágrimas y nos llenemos de tristeza, pero la navidad pese a las adversidades nos debe llenar de esperanza y amor para compartir con los que aún tenemos EN VIDA.
Podemos darnos la oportunidad de elevar la mirada al cielo y dar gracias por lo que tenemos, por lo que tuvimos y por lo que está por llegar.
Recuerda que el reincorporarnos a las actividades que dejamos de hacer después de la partida de nuestro ser querido no quiere decir que lo hemos olvidado sino que HEMOS APRENDIDO a colocarlos en un lugar muy especial en NUESTRO CORAZON.
Quizá el dolor no te ha permitido ver que a alguien le importas.
Que alguien te necesita y espera con ansias un fuerte abrazo susurrándole al oído,
¡FELIZ NAVIDAD!
Levanta tu rostro y resplandece con la luz del ángel que te acompaña a donde quiera que vas.
Un día a la vez, juntos en nuestro duelo, te abrazo con el alma!

NAVIDAD

 

Esta noche te tengo

en mis brazos, Dios mío,

y al estrechar tu cuerpo pequeño y desvalido,

siento que la mirada de amor con que te miro

no es de siervo a Señor, sino de padre a hijo.

Dios mío,

Dios mío,

hoy eres hijo mío.

 

En el silencio inmenso

de la noche, Dios mío,

me pareces más débil y hasta más pequeñito;

y en este desamparo te descubro tan mío

que me quema tu sed y me hiela tu frío.

Dios mío,

Dios mío.

Hoy eres hijo mío.

 

Al pensar en los años

que te esperan, Dios mío,

con dos leños cruzados al final del camino,

tengo miedo del tiempo y quiero interrumpirlo,

con ansia de que seas eternamente niño.

Dios mío, Dios mío,

hoy eres hijo mío.

 

Y te pido que nunca

me abandones, Dios mío;

que renuncies a todo por quedarte conmigo;

que te tenga en mis brazos como ahora, dormido,

y que no te despiertes hasta el fin de los siglos.

Dios mío, Dios mío,

hoy eres hijo mío.