30 ene 2021

INFANCIA

 NACÍ Y CRECÍ en Talara-Piura, donde el VERANO el calor puede llegar a 40°grados, hay mosquitos, zancudos que te llevan de encuentro y ni te cuento el humo que se hace en las casas por matar a los zancudos y mosquitos.

Me crie donde la familia era el comienzo de todo. había dramas, peleas, risas, las malas situaciones se cortaban de raíz ...borrón y cuenta nueva.
Si te portabas mal te daban un palmazo, y/o tirón de orejas (o ambos, de acuerdo con la travesura), si eras de padres rectos, donde se amaba la disciplina te daban con el San Martin moreno que quita lo malo y entra lo bueno, los niños no discutían con sus padres, los padres eran la ley. Los primos eran tus hermanos y los compañeros de escuela tus primos y vecinos, los maestros eran modelos, eran los segundos padres; maestro, alumno y padres de familia eran un trípode fuerte en la instrucción de los niños; Y ¡ay del que les faltara el respeto!
Me enseñaron a saludar, a despedirme, a decir gracias, a ofrecer disculpas, y a pedir permiso y el lenguaje de los ojos era señal de que algo te ocurriría por meter la cuchara donde no te llamaban.
Salíamos a jugar a la calle todos; toda una aventura, nos subíamos a los árboles, jugábamos a las escondidas, a la matagente, ampay, rondas, tumbas latas, a ladrones y policías, al papá y la mamá, saltábamos la cuerda, rayuela, quemados, fútbol, íbamos a explorar, a la placita o al campo “La Acholado”. Podíamos caminar o andar en bicicleta de arriba abajo íbamos a casa de un amigo siempre.
¡Comíamos lo que nuestras madres cocinaban, PUNTO! Comimos pan con queso, pan con soledad, pan con camotes, pescado frito, plátanos asados, dulces hechos por mi mamita, café pasado, café con leche, huevo, frutas, dulce de guayaba.
Se nos enseñó el respeto y la humildad por los demás y por la propiedad ajena.
Como niño, no se hablaba si un adulto estaba hablando. Si alguien tuvo una pelea, fue una pelea de minutos, enseguida nos amigábamos, los niños no teníamos armas, y si había eran las pelotas de trapo, las cometas de colores con sus zumbadores, jugué con bolitas, carritos, no nos definía el sexo éramos todos iguales, no sabíamos del bulling, ni discriminación, ¡éramos doctores, maestros, comerciantes! ¡Cómo gozábamos!
Cuando llegaba la hora sin tener reloj corríamos a casa porque sabíamos que era hora de entrar. Nos encantó ir a la escuela porque teníamos amor, cariño y respeto por los maestros y teníamos la dicha de ver a nuestros amigos.
Miramos a nuestro alrededor, de la boca de nuestros ancianos escuchábamos historias y consejos, no les faltábamos el respeto porque sabíamos que eran seres humanos con experiencia de los cuales podíamos aprender, y si le faltáramos el respeto a algún adulto nos darían una reprimenda o hasta un cocacho.
Que rico bañarse en plena lluvia, o meter los pies en los charcos, eso era diversión y adrenalina pura.
Nos encantaba sentarnos en las esquinas a reírnos de nuestras travesuras.
Nos metíamos a la casa de nuestros vecinos y la mamá nos daba comida a todos, tiempos en que lo que hubiera se ajustaba para todos y nadie tomaba nada sin permiso y no se hacía tanto desorden porque siempre nos ponían a recoger conocíamos a todos los vecinos de la cuadra y todos nos echaban ojo
Como quisiera que pudiéramos volver a esos tiempos porque estamos perdiendo a nuestros niños en una sociedad sin respeto a la autoridad, la compasión, el compartir... DONDE ALGUNOS PADRES Y MADRES ENGENDRAN ODIOS PROPIOS EN SUS NIÑOS Y LOS ALIENTAN A SER ODIOSOS CON OTROS.
La humildad y sensibilidad por los demás ES ESCASA.
¡Nunca olvides de dónde viniste! Porque quien olvida de donde viene, pierde humildad y su horizonte.


21 ene 2021

LAS HOJAS NO SE CAEN, SE SUELTAN


Siempre me ha parecido espectacular la caída de una hoja ahora, sin embargo, me doy cuenta de que ninguna hoja “se cae” sino que llegado el escenario del otoño inicia la danza maravillosa del soltarse.

Cada hoja que se suelta es una invitación a nuestra predisposición al desprendimiento.

Las hojas no caen, se desprenden en un gesto supremo de generosidad y profundo de sabiduría: la hoja que no se aferra a la rama y se lanza al vacío del aire sabe del latido profundo de una vida que está siempre en movimiento y en actitud de renovación.

La hoja que se suelta comprende y acepta que el espacio vacío dejado por ella es la matriz generosa que albergará el brote de una nueva hoja.

La coreografía de las hojas soltándose y abandonándose a la sinfonía del viento traza un indecible canto de libertad y supone una interpelación constante y contundente para todos y cada uno de los árboles humanos que somos nosotros.

Cada hoja al aire que me está susurrando al oído del alma ¡suéltate!, ¡entrégate!, ¡abandónate! y ¡confía!

Cada hoja que se desata queda unida invisible y sutilmente a la brisa de su propia entrega y libertad. Con este gesto la hoja realiza su más impresionante movimiento de creatividad ya que con él está gestando el irrumpir de una próxima primavera.

Reconozco y confieso públicamente, ante este público de hojas moviéndose al compás del aire de la mañana, que soy un árbol al que le cuesta soltar muchas de sus hojas. Tengo miedo ante la incertidumbre del nuevo brote.

¡Me siento tan cómodo y seguro con estas hojas predecibles, con estos hábitos perennes, con estas conductas fijadas, con estos pensamientos arraigados,

con este entorno ya conocido… Quiero, en este tiempo, sumarme a esa sabiduría, generosidad y belleza de las hojas que “se dejan caer”.

Quiero lanzarme a este abismo otoñal que me sumerge en un auténtico espacio de fe, confianza, esplendidez y donación.

Sé que cuando soy yo quien se suelta, desde su propia consciencia y libertad, el desprenderse de la rama es mucho menos doloroso y más hermoso.

Sólo las hojas que se resisten, que niegan lo obvio, tendrán que ser arrancadas por un viento mucho más agresivo e impetuoso y caerán al suelo por el peso de su propio dolor.


15 ene 2021

OCLOCRACIA

Cuando veo, o escucho a mis coterráneos decir que el partido Naranja (K) es corrupto, me digo, pero la K jamás ha gobernado, y si está estigmatización es porque gano el ingeniero Fujimori (padre del partido K) recuerdo a muchos familiares, amistades, vecinos, amigos de estudios que nos invitaban a hacer nuestro voto a favor de ese partido que había nacido, la propaganda a favor de un Partido Nuevo era tan férrea y nos la hacían a los que íbamos como ciudadanos por primera vez a votar; han pasado tantos años desde que ese partido estuvo en el gobierno, hizo cosas buenas y malas, pero es nuestro dolor por haber perdido algo que el odio, resentimiento sigue haciendo que votemos por el mal menor, que al final terminar siendo el mal mayor, dejemos los odios, es tiempo de VOTAR CONSIENTE, NFORMADOS, desde mi primer voto hasta acá veo que ser político es un gran negocio, unos con tupper, otros con fideos, polos, llaveros, arroz, fideos, almanaques, lapiceros... y cuanta dadiva puedan dar por obtener un voto lo dan, es hora de ver que la impunidad y la corrupción no es solo de un partido, de un color, si vamos a despotricar hagamos por cada naranja, morado, azul, verde, rojo, lila, celeste, marrón, arco iris completo, seamos consecuentes en palabra y acción.

2021 vamos una vez más como corderos a votar por un nuevo lobo, esta vez son 24 postulantes de los cuales son solo 2 los que tienen el perfil, valores, moral para ser presidente del Perú, pero esos 2 no aparecen en encuestas, no son parte de la mermelada de la prensa parcial, revisemos programas, revisemos hojas de vida; si decimos A no tiene estudios, no tiene plan de gobierno, entonces no votemos por B que es igual o peor que A, el Perú merece que el #PoderCiudadano empiece a mostrarse, que la muchedumbre sea desaforada, somos nosotros que con odios y apasionamientos hemos matado a la democracia, y hemos dado paso a la oclocracia; vamos a cumplir 200 años de dizque independencia, seguimos siendo los mismos esclavos que defendemos los antivalores, a los usurpadores, a los que quebrantan la ley, a los que usan a nuestra CPP a su antojo, 28 Julio 2021 Bicentenario de la Independencia del Perú....nada que celebrar, vuelvo al origen de este post, "el odio solo hace mal a nuestra nación"