31 dic 2024

GRACIAS 2024

 El mundo se va haciendo más viejo, desde la llegada de Cristo lleva 2024 años, y va a sumarse uno más 2025, ¿año nuevo? yo lo veo igual que todos los años, tiene 365 días, 12 meses, 52.1429 semanas, y segundos, minutos, horas, la diferencia está en que podemos hacer de cada nuevo día un mejor día, todo depende de nuestra actitud.

Este 2024 que se va, yo le doy gracias porque pude participar de un programa ciudadano del Congreso de la República del Perú pude exponer el problema del Reciclaje en el Perú a través de Parlamento Mujer de Participación Ciudadana - Congreso de la República del Perú una bella experiencia, conocí mujeres comprometidas con el avance del Perú, sin buscar leyes con nombre propio, ni parecer víctimas, simples mujeres que por honor, mérito hemos ganado un espacio, gracias al congresista Arturo Alegría por esta bella oportunidad.
Fueron mucho los logros, y es ahí donde me di cuenta que si un año va mal es porque tu lo hiciste así, muy a pesar de estar mi salud quebrada, me he levantado para hacer lo mejor por mi Perú; también han pasado cosas malas, pero yo misma las labre, y eso fue por confiar en gente que creía familia, amiga y al final me estafaron y hoy debo ser yo quien responda por sus estafas, pero mi mamita me dijo que con Dios lo puedo todo, porque Dios me dio inteligencia para hacer todo lo imposible para avanzar, fuerza para laborar, vergüenza para poder dar la cara y afrontar los líos.
Este año 2024 es como aquella estrofa:
… Me dejó una chiva, una burra negra
Una yegua blanca y una buena suegra
Ay, me dejó una chivita y una burra muy negrita
Una yegua muy blanquita y una buena suegra
Me dejó una chiva, una burra negra
Una yegua blanca y una buena suegra
Ay, me dejó, me dejó, me dejó
Me dejó cosa' buenas, cosa' muy bonitas...
A Dios gracias porque me sostuvo en cada segundo de este hermoso 2024, donde llore la muerte de seres queridos, viví la puñalada de los mal llamados amigos, reí con las locuras de los míos, renegué porque no supe entender, ni dejarme entender.
Conclusión, este 2024 lo hice bien...ahí vamos 2025 hay nuevas metas, y siempre la mejor actitud.
FELIZ Y BENDECIDO 2025 a todos los hombres de buena voluntad.

30 dic 2024

AMOR DE MADRE

Micaela, era una adolescente de 12 años, vivía con su madre, Laura tenía una vida que no era fácil, ella siempre hacia lo posible para darle lo mejor a su hija, Laura trabajaba largas horas en la oficina, pero aún así buscaba otros trabajos para poder sustentar una buena calidad de vida a su hija Micaela.

Laura era una excelente cocinera, y preparaba sus platos favoritos, y siempre trataba de ofrecerle un hogar cálido y amoroso, pero Micaela nunca valoraba lo que su madre le daba.

En cambio, siempre estaba emocionada por regalos caros que de vez en cuando le traía su padre, ropa de marca, juguetes, Micaela se sentía más cercana a su padre, y disfrutaba de los regalos que este le hacia, mientras ignoraba el amor, dedicación de Laura.

Un día Micaela estaba jugando de repente escuchó un fuerte sonido en la puerta, era Laura su madre, que había regresado de trabajar y se encontraba agotada, Micaela apenas la miró, ella estaba ensimismada en su juego, Laura con una sonrisa cansada, le dijo: - Hija, ¿te gustaría ya cenar? he preparado tu comida favorita.

 Pero Micaela, sin levantar la vista, respondió: -No, mamá, estoy ocupada, ahora no tengo hambre. Laura le mostro su cansancio y tristeza, pero algo en su corazón se rompió, ese día, un acontecimiento inesperado cambiaría todo.

Esa misma noche, una terrible tormenta azotó la ciudad, las calles se inundaron rápidamente y Laura, que había salido a comprar algo de última hora, quedó atrapada en medio de la tormenta, el río que normalmente era tranquilo, se había desbordado con tal fuerza que Laura no podía volver a su casa, su preocupación era grande porque había dejado sola a Micaela en casa, ella realizo la llamada para comunicarle a su hija que le era imposible volver, que cerrara la casa, y que no le abriera la puerta a nadie, que tomara la velas y fósforos que estaban en la gaveta de la cocina.

Micaela deseaba salir raudamente a buscar a su madre, pero una voz interior la detuvo.

- No salgas, es muy peligroso, la tormenta está muy fuerte.

Aún así Micaela estaba desesperada, ella escuchaba la voz, pero decidió salir a buscar a su madre, porque nunca se podría perdonar el dejar a su madre sola.

Micaela iba por la calle corriendo bajo la lluvia torrencial, sin importar el peligro, cuando llegó cerca del río, vio a su madre que había quedado atrapada en un banco de agua, y luchaba por mantenerse a flote, Micaela, sin pensarlo dos veces, saltó al agua arriesgando su vida por ayudar a su madre, fue muy feliz al alcanzar a su madre muy a pesar que la corriente era muy fuerte y las arrastraba, pero ahora ya estaban juntas como siempre, ya no importaba nada.

En ese momento Micaela vio el miedo en los ojos de su madre, recordó tantas las veces que ella la había cuidado, todas las noches de vela cuando ella enfermaba, las malas noches en el hospital cuando fue internada, fue ahí que la adolescente ruda, desatendida comprendió lo que realmente importaba en la vida; con mucho esfuerzo y determinación logró llevar a su madre a un lugar seco y seguro, una vez ambas puesto a salvo de la tormenta temblaban, pero ambas estaban juntas, abrazadas en un fuerte lazo de amor, respeto, admiración, ahora estaban ya a salvo de la tormenta.

Fue ahí donde Micaela hablo con lágrimas en los ojos.

- Lo siento mamá, dijo entre sollozos, ahora entiendo lo que realmente importa, te he fallado pero hoy te prometo que en adelante no seré mal agradecida con todo lo que tu me das.

Laura, esbozo una sonrisa débil, la abrazó fuerte, y le dio un beso en la frente, ambas se fundieron en un abrazo de amor que solo puede haber de madre a hijos.

Laura hablo - No tienes por que ofrecer disculpas hija, siempre estaré aquí, y cuando falté me sentirás en la brisa del aire.

A partir de ese día, Micaela cambió su actitud, dejo de importarle los regalos caros, valoro el amor de su madre, agradeció cada instante que vivía al lado de la mujer que hacia todo por amor a su hija, ahora Micaela sabía que hay regalos que se sienten y no se envuelven.