16 mar 2012

Mi Tío Terenzio


Este era mi tío Terenzio un tipo al que cuando yo era niña lo comparaba con papa Noel, porque era gordo de barriga redonda como un tonel, su tez era tostada por los rayos del sol de un caserío Piurano muy querido para mi, llamado Llicuar, recuerdo los viajes que realizaba con mi mamita (abuelita materna) eran viajes para mi de aventura; trepar árboles, comer caballas salpresas tirando del pescado y hechandole limón y a la boca, mmmmm un manjar; pero volvamos a mi tío Terenzio, aparte de gordo como un tonel, usaba sus pantalones casi a la altura del pecho, sus pantalones eran de color caqui todos ellos y los usaba con sus mangas arremangadas, y sus camisas blancas como los copos del algodón que sembraba en la chacra, tenia sus campos a la orilla del canal por lo cual podía aprovechar para sembrar árboles de fruta dos en especial, -la Guanábana, con sus propiedades curativas para las enfermedades de las mujeres -así decía mi tío Terenzio; y el otro el Tamarindo ácido pero limpia el alma y la panzas llenas de comida mal habida. Aparte de sus campos de algodón pima y sus frutales mi tío Terenzio tenia caballos, burros, pollinos (hijos del burro), gallinas, patos, chivos, ovejas negras como el color del carbón no había ni una blanca ni manchada, todas eran ovejas del mal (así decía yo), un señor toro de nombre Rufo, y un lindo ternero de nombre Belisario, ambos bautizados por mí.
Ese año la cosecha de algodón le cayó piojo y se temía que el blanco algodón se pusiera parduzco por lo cual se tuvo que invertir más en dicha cosecha, algo corto de dinero mi tío Terenzío le dijo a mi mamita Ma. Laura, a mis tíos, Ricardo, Simón, Benancia, Carmelo, Modesto, Esperanza, -¡muchachos mañana mato a mi toro! todos los presentes le dijeron a unísono, ¡si Dios quiere Terenzio si Dios quiere!, a lo que mi tío contesto -quiera o no quiera Dios mañana en la madrugada mato a mi toro, pobre Rufo dije YO, todos reían diciendo: está chivo de pampilla cuando no metiendo las narices donde no la llaman.
Pasado esto siguió la charla alumbrados de un mechero, porque en ese entonces no había luz eléctrica en Llicuar, ni agua potable. Llegó la hora de acomodar las hamacas para descansar, y la chistadera para que yo dejase de hablar, hasta mañana, mamita, hasta mañana tía Benancia, hasta mañana tío Simón, hasta mañana Amelia, hasta mañana Katty, hasta mañana Ausberto, hasta mañana tío Carmelo, hasta mañana tía Eugenia, hasta mañana tía Rosita (ella era la más linda de todo el caserío, llegó a ser reina de Piura), hasta mañana tía Milaaaaa zzzzzzzzz, por fin se durmió esta chica, no sé de donde le sale tanta energía, -a comadre déjela así son las criaturas....pero yo si les escuchaba zzzzzzzzz.
Cantó el gallo del vecino Ferisbundo y salté de la hamaca deseaba despedirme de Rufo, pero sorpresa el ya no estaba, más mi tío Terenzio estaba que echaba humo por la boca, las orejas y la nariz gorda que tenia la cual era similar a la del chancho, ¿que paso mamita? dije, mi mamita me contesto - que a tu tío Terenzio se le ha escapado el toro, -jajajajaja heche a reír, mi tío Terenzio enojado le dijo a mi mamita - está muchacha no respeta el dolor ajeno, prima,como es posible que se ría de mi desgracia, mi mamita iba a decir algo cuando yo muy rápidamente dije, -no tío me río porque tu dijiste "quiera Dios o no quiera Dios, mañana mato a mi toro"; viste Dios no quiso que Rufo muriera para que tu te beneficies de sus ricas carnes, jajajajajajaja pero ahora no era yo la que reía.
Mi tío Terenzio me abrazo fuerte y me dio una palmada diciéndome -ven para acá mi chivo de pampilla!. -Por ello siempre pidamos permiso a Dios, él les bendiga hoy y siempre. (corregido por L.G)