Después de caminar ganándole al sol, Jesús diviso a lo lejos a una mujer que con pala quitaba arena de un lado y lo colocaba en otro lugar como haciendo una loma, mientras la mujer con su pala renegaba y maldecía porque su vecino había colocado una gran loma de arena en su terreno decía: "con este sol tan alto y quemándome el espinazo, que vea a este vecino y lo dejare sin parientes para que aprenda a respetar el terreno ajeno, ni gota de agua me cae, ¿a qué hora terminare todo por culpa de este vecino?", esto y más decía la señora, que por respeto a mis lectores no escribo porque eran "cosas" más grandes que sapos y culebras.
Jesús ya más cerca tomo una pipa para ofrecerle a la señora, que aparentaba trabajar, pero no hacía otra cosa que renegar, se acercó y le dijo: "buen día mi señora", ¡¡que buen día ni ocho cuartos, para usted debe ser buen día para mi es malo muy malo"!!, a lo que Jesús respondió: "pero Dios nos da el día para apreciarlo hasta en el más duro trabajo", ¡¡mire señor!!, respondió la señora, ¡¡vaya hacer sus cosas y déjeme a mí en paz que ya bastante tengo con el abuso de estos vecinos hijos de satanás que desde que llegaron lo único que hacen es molestar mi vida!!, Jesús con una sonrisa le contestó: "pero hija mía recuerda que Dios te ama y por algo te envía a esas personas algo debes aprender, o tal vez algo debes enseñar pero con amor", la señora muy molesta contesto: ¡¡mire mi buen forastero lárguese antes de que descargue esta arena sobre usted, lárguese!!.
Jesús ante tal respuesta le dijo: "bien mi señora, me voy pero antes una pregunta, ¿que está realizando usted?, ¿por qué no deja la loma dónde está?, ¡¡miré mi buen señor lo que yo haga o deje de hacer no le incumbe a nadie y para que no me moleste más le digo que estoy haciendo un Cerro Mocho, así que váyase!!, Jesús antes de partir le dijo, "un Cerro Mocho" has de hacer, y así en Piura tenemos hasta hoy ese Cerro Mocho que hizo el enojo de una mujer.
Ireth Isildr 9 Abril 2012; 11:06; editado por La Guadaña