24 ago 2013

LA COMETA



Agosto el octavo mes del año, y el más esperado, por los cumpleaños de los seres amados y sobre todo el compartir con uno de ellos, con el hombre que me amo desde antes de conocerme, mi Padre, llegaba los primeros días de Agosto y empezábamos a ir a La Acholao, en busca de caña para hacer "la cometa" que surcaría los cielos empujada por el viento.
Mi padre me despertaba temprano para que no nos quemara el sol a la hora de buscar las cañas para hacer "la cometa" íbamos como de cacería, con agua, pan con algo, fruta, sombreros, zapatillas, camino al campo, a buscar esas cañas que otros tiraban, era caminar por la pequeñas dunas, jugar realizando equilibrio por los anchos tubos de agua, recoger las más extrañas formas de las ramas de algarrobo, piedras, comer el fruto dulce y jugoso del "vichayo", rogar ver a un zorro, mi papá siempre caminaba silbando alguna canción, yo jugando a su lado a cazar lagartijas con mi honda; la cual era de ligas azules y de un arco de madera finamente tallada por mi padre, con un pedazo de cuero unido a las ligas por pita, a pesar de mi arma para cazar, mi padre siempre estaba atento para que no vaya haber algún reptil que me cause daño, ya una vez con las cañas, volvíamos a casa en donde realizaríamos el proyecto de "la cometa".
En casa era tomar una olla pequeña de aluminio con rabo, agua, y la harina de la cual haríamos la goma para pegar los papeles de colores a "la cometa", una vez lista esperar que eso enfriara, yo siempre terminaba probando, y sabiendo que era goma, todo porque era como una maicena. Ahora otra aventura ir a la librería a escoger los papeles de cometa, que colores pondríamos a nuestra "cometa" esa que surcaría los cielos, íbamos con mi padre a la tienda de los señores Pocitos, era una casa color crema, de madera, estas casas como todas en Talara, de pisos altos, escaleras, corredores con su columpio, y sus rejas siempre verdes, hasta ahora no sé porque el color, no había necesidad de tocar timbres o puertas, pasabas y llamabas por el nombre o en este caso - alguien que atienda, deseamos papel cometa- aparecía la señorita Pozo una señorita delgada como una escoba, siempre vestía de color azul,  con sus antejos, y sus trenzas sujetas como unas canastas con sus lazos de organza, yo pensaba que ella nunca había sido niña que por ello se peinaba como yo que tenía 5 años, pero eso sí la señorita Pozo era de amable sonrisa, siempre con un caramelo para sus clientes, que ricos monterricos tenía para mí, y para otros también, mi padre le decía - señorita por favor que color de papel tiene en cometa, ella presta sacaba de una caja muy bien forrada los papeles lisos y planchaditos sin arrugas ni quiebres, los colores eran preciosos, unos bajitos, otros encendidos, mi padre me llamaba ven hija ve que color pondremos a tu cometa, lo primero que preguntaba -¿papá este año que me harás una estrella, un moscón, un papagallo, un avión?, mi padre me respondía - lo que tu elijas; bien papito deseo una estrella pero que cada punta sea de diferente color, - bien a escoger el papel, - a y papá a mi estrella le pondrás zumbadores, - si tu deseas le pondré, - si papito deseo que sean de color blanco, porque así se verán más bonitos, una vez tomados los colores, era pagar, el decir gracias, y partir de nuevo a casa.
Una vez en ella mi padre tomaba el cuchillo lo afilaba, cortaba las cañas de la medida para hacer "la cometa" yo siempre sentada a su lado, era su asistente de operaciones cometivas, todo listo, ahora a cortar la pita para amarrar las puntas, listo el armazón completo, ahora a cortar el papel y pegarlo, listo ya todo iba tomando forma, una punta de color verde claro, otra amarilla, otra morada, otra marrón, y mi color infaltable el azul, aparte la tira blanca para los zumbadores, ahora los triángulos puestos con cuidado sobre la caña y la pita, con la goma casera, era de esperar que secara, pero antes se le escupía agua para que el papel se tensara; todo hasta ese momento salia bien, ahora a buscar tela para hacer el rabo de la cometa, es ahí donde aprendí el dicho "una cometa sin rabo no puede volar"; mi madre se enojaba porque mi papá rompía aquellos polos viejos y en desuso para hacer tiras para el rabo de mi cometa, y este también terminaba de colores, porque eran los polos del bebe nuevo en mi casa mi hermano, ya listo mi padre colocaba el rabo a mi cometa, alistaba los tirantes, colocaba los zumbadores, ponía la pita con la cual haría volar mi cometa.
Ahora si mi estrella que era esta vez mi cometa estaba lista para surcar los cielos, salíamos a la calle para probar si volaba o había que arreglar los tirantes, quitar o agregar rabo, - listo yo lanzo y tu corre para que la cometa alce vuelo, ya papá tira, los vecinos salían a ver el lanzamiento de mi cometa, alguien siempre me decía - cuidado Patita te caigas, esa era mi maestra de casita la señora Tomasita una señora pequeña, blanca como la leche, de cabellos lisos largos, con una joroba, de pies pequeños, creo yo que mis zapatos le calzaban, siempre elegante en el vestir, y muy pulcros sus vestidos, - no se preocupe maestra Tomasita, yo soy experta volando cometas, y era mi segunda o tercera cometa, pero a mi edad eso ya era mucha experiencia, ¡tira papi, tira que yo ya corro y jalo, el viento esta a favor!, y emoción veía el levantar majestuoso de mi cometa. 
Mi padre corría a mi lado para enseñarme a tirar y jalar, porque "la cometa" es como la vida, unas son de dar pita y otras de enrollar, yo emocionada porque los zumbadores con el viento sonaban cual moscones que traen buenas noticias, escuchaba orgulloso los comentarios de los vecinos - Negro que linda te quedo "la cometa" de Patita, mi abuela decía que alto vuela, pero ten cuidado hija, porque la cometa se rompe la pita y la pierdes, así serás tu en la vida, tu la cometa y la vida será la pita, hoy en este octavo mes tengo en mis retinas las sinfines de cometas de diferentes colores, unas con manchas, otras no, pero todas siempre volaron majestuosamente, surcando los cielos de mi tierra natal Talara. Mi padre el mejor constructor de cometas, y yo soy su cometa, esta cometa de buen trazo, de emociones templadas como el papel cometa, de fuertes tirantes para soportar al viento, de fuerza para tirar y jalar, en mi vuelo aun mi pita no se ha roto, y sigo surcando los cielos, como una de esas tantas bellas cometas que en mi niñez tuviera.
Ireth Isilr, 24/08/13, 04:21